Plataformas: PC
Plataforma en la que se analiza: PC
Año de lanzamiento: 1998
Disponible en: GOG
Extras: Ninguno
Nuevo mes, nueva recomendación, y en esta ocasión, viajamos a la desolada superficie de un planeta Tierra futuro en el que una banda de maníacos con poco sentido de la propia seguridad se dedican a realizar carreras.
Hablamos en este noviembre de 2015 de Powerslide, un juego de carreras bastante olvidado y oculto entre las brumas del tiempo del estudio australiano Ratbag. Uno de eso juegos quizá no increíbles, pero si merecedores de ser recordados, porque sólo las más obscenas abominaciones del videojuego merecen ser olvidadas (cough Ride to Hell cough).
NARRATIVA
Puede resultar profundamente extraño hablar de narrativa o historia en un juego de carreras. Normalmente este apartado sería totalmente innecesario en un videojuego de este género, pero no en Powerslide. Pese a su condición de juego de carreras, Powerslide tiene un trasfondo bastante trabajado. No rompedor, pero si desarrollado con cariño y amor. Curioso, pues es algo de lo que únicamente tenemos constancia como jugadores en el manual, en las descripciones de los circuitos y en las biografías de los pilotos. Precisamente éstas últimas son de lo mejorcito del juego, e invito a todo aquel que se haga con el juego que se las lea todas, pues son increíbles, con algunas especialmente memorables, como Malburro, un tipo que tiene los pulmones tan negros, que la única solución que ha encontrado para calmar sus ansias de fumar es conectar sus tubos de escape a sus vías respiratorias. Y no, no es broma.
La ambientación de Powerslide, como ya hemos dicho, nos sitúa en un futuro no muy lejano, en el que la Tierra carece de capa de ozono. La humanidad pues, se ha visto obligada a refugiarse del terrible Sol, y lo ha hecho bajo tierra tras muchas guerras y hambrunas. Las secuelas de la guerra y las hambrunas colocó a las Corporaciones al mando, ejerciendo un poder totalitario en esta nueva sociedad humana. Aquellos que no pueden permitirse vivir en este nuevo mundo, o que lo rechazan de plano, han huido a la letal superficie, donde han formado clanes y sociedades feudales brutales.
Así, estos salvajes no tardaron mucho en inventar un brutal espectáculo llamado Powerslide, y que consistía en carreras salvajes por la superficie del planeta. Esto es ilegal para las Corporaciones, pero el atractivo del powersliding es tal, que incluso ha atraído a pilotos de la sociedad civilizada, con máquinas tecnológicamente más avanzadas.
Esto que he resumido mucho, aunque no lo parezca, viene a ser el trasfondo tras Powerslide, tras algo tan simple como un juego de carreras. Algo parecido a lo ya visto en Carmageddon, con la salvedad de que éste último era mucho más brutal y sádico que Powerslide, que es un juego de carreras más tradicional.
APARTADO AUDIOVISUAL
Powerslide era un título muy potente gráficamente en 1998. Es precisamente este uno de los apartados que más alabó la critica especializada en el momento de su lanzamiento. Y a día de hoy sigue luciendo muy bien.
El juego sigue contando con un excelente modelado en los coches, que los ordenadores actuales no tienen ningún problema en poner en movimiento, como si sucedía en su lanzamiento, en el que no eran muchos los que cumplían con los requisitos necesarios para disfrutarlo al máximo visualmente. Por cierto, también los circuitos tienen una pinta estupenda.
Pero si por algo destaca Powerslide es por su excelente uso de las físicas. Las cuatro ruedas de cada coche están animadas de forma independientemente, lo que no sólo afecta al apartado audiovisual, sino también a la jugabilidad, como veremos más adelante.
Puede decirse sin ninguna duda que el motor gráfico de Powerslide no se ve especialmente afectado por los años, y conserva un buen aspecto aún tras tanto tiempo desde que vio la luz.
Otra cosa es su optimización a la hora de hacerlo funcionar con sistemas operativos modernos; y es que en este sentido Powerslide es un duro hueso de roer. Si sois de aquellos que tenéis una copia original, entonces lo más probable es que hace tiempo que no podáis jugar con ella. Los encargados de obrar la magia necesaria para que hoy en día funcione han sido las mentes pensantes tras GOG, que lo tienen a la venta y el juego es jugable incluso en Windows 10 (comprobado por mí). No obstante Powersilde sufre algún que otro problema en los menús, que los hace ir algo lentos, independientemente de la potencia de nuestro ordenador, pero que por fortuna no sucede en las carreras. Comentamos esto para que los futuros compradores sepan lo que pueden encontrar.
Antes de terminar, hablemos de la música. La banda sonora está compuesta por una serie de temas techno, que pueden gustar más o menos, pero que eran algo propio de 1998, y que en líneas generales se adaptan bien al juego y le otorgan ese plus de dinamismo a las carreras que necesita. Es una banda sonora que está bien, pero que tampoco pasa de ahí.
El juego sigue contando con un excelente modelado en los coches, que los ordenadores actuales no tienen ningún problema en poner en movimiento, como si sucedía en su lanzamiento, en el que no eran muchos los que cumplían con los requisitos necesarios para disfrutarlo al máximo visualmente. Por cierto, también los circuitos tienen una pinta estupenda.
Pero si por algo destaca Powerslide es por su excelente uso de las físicas. Las cuatro ruedas de cada coche están animadas de forma independientemente, lo que no sólo afecta al apartado audiovisual, sino también a la jugabilidad, como veremos más adelante.
Puede decirse sin ninguna duda que el motor gráfico de Powerslide no se ve especialmente afectado por los años, y conserva un buen aspecto aún tras tanto tiempo desde que vio la luz.
Otra cosa es su optimización a la hora de hacerlo funcionar con sistemas operativos modernos; y es que en este sentido Powerslide es un duro hueso de roer. Si sois de aquellos que tenéis una copia original, entonces lo más probable es que hace tiempo que no podáis jugar con ella. Los encargados de obrar la magia necesaria para que hoy en día funcione han sido las mentes pensantes tras GOG, que lo tienen a la venta y el juego es jugable incluso en Windows 10 (comprobado por mí). No obstante Powersilde sufre algún que otro problema en los menús, que los hace ir algo lentos, independientemente de la potencia de nuestro ordenador, pero que por fortuna no sucede en las carreras. Comentamos esto para que los futuros compradores sepan lo que pueden encontrar.
Antes de terminar, hablemos de la música. La banda sonora está compuesta por una serie de temas techno, que pueden gustar más o menos, pero que eran algo propio de 1998, y que en líneas generales se adaptan bien al juego y le otorgan ese plus de dinamismo a las carreras que necesita. Es una banda sonora que está bien, pero que tampoco pasa de ahí.
JUGABILIDAD
En lo que a jugabilidad se refiere Powerslide es un juego de carreras arcade, que no pretende ser un simulador 100% realista. Todo cuanto tendremos que controlar en nuestras partidas son aceleración freno y dirección, y todo se hace con las teclas direccionales. Nada más. Cuatro teclas en total. No obstante, simpleza de control no significa sencillez jugable. Powerslide no es, ni de lejos, un juego fácil, y la culpa de esto la tienen las físicas del titulo, y la excelente IA de los rivales.
En el caso de las físicas, como ya hemos dicho se aplican sobre las cuatro ruedas de cada vehículo de forma independiente. El resultado es que el control de los coches sobre la superficie sea el de una especie de deslizamiento y por ende, el control sobre ese deslizamiento del vehículo sobre el terreno es lo que hay que dominar para llegar en primer lugar.
Por otro lado la inteligencia artificial de los rivales no es precisamente estúpida, en líneas generales suelen tener un mayor control sobre sus vehículos y como se mueven por el terreno mejor que tú. De ahí que aprovechen cada pequeño resquicio que dejas o fallo que cometes para adelantarte.
Con el tiempo y la práctica, iréis dominando el particular control de Powerslide, y los primeros campeonatos os resultarán sencillos de ganar. Pero cada nuevo campeonato añade dificultad, y en los niveles elevados la máquina puede ser prácticamente imbatible.
Para ser buenos en Powerslide, además, se requiere un conocimiento exhaustivo de cada circuito, de dónde están los atajos, como tomar cada curva, el lugar que ocupa cada obstáculo, etc. Es por ello que echar muchas horas perdiendo carreras, solo para memorizar cada pista, es imprescindible.
Todo esto forma parte del sistema de progresión del título, que nos recompensará las horas invertidas con victorias, y esas victoria desbloquean más circuitos, más coches, más pilotos, más campeonatos y trucos, que añaden algo de salsa a las carreras, puesto que nos son trucos al uso, sino modificadores del juego. Un ejemplo sería que todos los coches vayan con un turbo que los hace ir muy, muy deprisa.
CONCLUSIONES
Powerslide es un buen título de carreras arcade condenadamente difícil llegados a cierto punto. Tiene muy buenos gráficos y un trabajado trasfondo, y una jugabilidad como ninguna otra que se haya visto hasta ahora. Por desgracia es un juego que el tiempo ha relegado al olvido, pero al que si uno está interesado, siempre se puede volver y dedicarle parte de tu tiempo, el juego sabrá recompensartelo con diversión.
¿SABÍAS QUÉ:::?
- En 2004 estuvo en preparación una secuela de Powerslide, pero nunca llegó a finalizarse porque no se encontró distribuidora para el juego.
- Ratbag, el estudio responsable de la creación de Powerslide, ya no existe, cerró sus puertas poco después de cancelar Powerslide 2.
- La revista Micromanía, en su número 48 (Tercera época), correspondiente al mes de enero de 1999 le puso una nota a Powerslide de 74 sobre 100.
Pues jamás había oído hablar de él, pero para la edad que tiene ha aguantado muy bien y se sigue dejando ver. Me mola mogollón ese trasfondo argumental y lo cachondo de las biografías de los pilotos, eso hace que el juego sea algo más que simples carreras por desiertos y montañas. Si lo veo a buen precio en el GOG, lo cazo.
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